En estas pautas, Estados Unidos define a Taiwán como "una democracia vibrante" así como considera a este país como un "socio destacado" en el aspecto económico y en el de la seguridad. Para Estados Unidos, esta asociación es un "un bien para la comunidad internacional".
Aunque el comunicado no ha especificado las directrices de la nueva relación del Gobierno estadounidense con la isla, se ha indicado que estas pautas "liberalizan la orientación sobre los contactos con Taiwán, de conformidad con nuestras relaciones no oficiales" así como buscan "claridad" en dichas relaciones.
La Administración de Biden se comprometió desde su llegada a la Casa Blanca a respaldar los acuerdos pactados en relación al estatus de la isla, autoproclamada independiente a pesar de las reclamaciones soberanistas del Gobierno de Pekín sobre el territorio, sobre el que no tolera injerencia externa alguna.
Estados Unidos no reconoce a Taiwán pero desde el mandato del expresidente Donald Trump se incrementó el apoyo a Taipei con la venta de armas y la aprobación de leyes para aliviar la presión de Pekín sobre Taiwán.
Por su parte, la representante de Taiwán en Estados Unidos, Bi-khim Hsiao, ha celebrado este anuncio y ha compartido en su cuenta de Twitter que esperan "utilizar estas nuevas oportunidades" con el objetivo de "profundizar la relación".